Irreverentes,
afirmales, convencidos, excitamos a la juventud intelectual del Estado de
Puebla, a los no contaminados de reaccionarismo letárgico, a los no
identificados con el sentir medio colectivo del público unisistematizal y
antropomorfo para que vengan a engrosar las filas triunfales del estridentismo
y AFIRMEMOS:
Primero:
Un profundo desdén hacia la ranciolatría ideológica de algunos valores
funcionales, encendidos pugnazmente en un odio caníbal para todas las
inquietudes y todos los deseos renovadores que conmueven la hora insurreccional
de nuestra vida mecanística.
Segundo:
La posibilidad de un arte nuevo, juvenil, entusiasta y palpitante,
estructuralizadonovidimensionalmente, superponiendo nuestra recia inquietud
espiritual, al esfuerzo regresivo de los manicomios coordinados, con
reglamentos políticos, importaciones parisienses de reclamos y pianos de
manubrio en el crepúsculo.
Tercero:
La exaltación del tematismo sugerente de las máquinas, las explosiones
obreriles que estrellan los espejos de los días subvertidos. Vivir
emocionalmente. Palpitar con la hélice del tiempo. Ponerse en marcha hacia el
futuro.
Cuarto:
La justificación de una necesidad espiritual contemporánea. Que la poesía sea
poesía de verdad, no babosadas, como las que escribe Gabrielito Sánchez
Guerrero, caramelo espiritual de chiquillas engomadas. Que la pintura sea
también, pintura de verdad con una sólida concepción del volumen. La poesía,
una explicación sucesiva de fenómenos ideológicos por medio de imágenes
equivalentistasorquestralmente sistematizadas. La pintura, explicación de un fenómeno
estático, tridimensional, redactado en las dos latitudes por planos
colorísticos dominantes.
CAGUÉMONOS:
primero en la estatua del Gral. Zaragoza, bravucón insolente de zarzuela,
William Duncan del “film” intervencionista del imperio, encaramados sobre el
pedestal de la ignorancia colectiva. Horror a los ídolos populares. Odio a los
panegiristas sistemáticos. Es necesario defender nuestra juventud que han
enfermado los merolicos exegísticos con nombramiento oficial de catedráticos.
Charles
Chaplin es angular, representativo y democrático.
Segundo:
En don Felipe Neri del Castillo, fonógrafo interpretativo del histerismo
primaveral tergiversados que hace catrinas de pulque con cenizas de latines
para embriagar a sus musas rezanderas, en don Manuel Rivadeneyra y Palacio,
momia presupuestiva de 20 reales diarios. En don José Miguel Sarmiento,
recitador de oficio en toda clase de proxenetismos familiares en que la
primavera y el “jazz band” se zangolotean en los espejos, y en algunos
estanquilleros literarios, como don Delfino C. Moreno y don Enrique Gómez Haro.
Tercero:
En nuestro compatriota Alfonso XIII, el Gaona de los tenderos usurarios, Tío
Sam de los intelectuales de alpargata, salud de los enfermos, consuelo de los
afligidos, rosa mística, vaso espiritual de elección, agente viajero de una
camotería de Santa Clara: ¡la gran cháchara!
PROCLAMANDO:
Como única verdad, la verdad estridentista. Defender el estridentismo es
defender nuestra vergüenza intelectual. A los que no estén con nosotros se los
comerán los zopilotes. El estridentismo es el almacén de donde se surte todo el
mundo. Ser estridentista es ser hombre. Sólo los eunucos no estarán con
nosotros. Apagaremos el sol de un sombrerazo. FELIZ AÑO NUEVO.
¡Viva el Mole de Guajolote!
Puebla, Enero 1° de 1923.
Manuel Maples Arce, Germán ListArzubide, Salvador
Gallardo, M.N. Lira, Mendoza, Salazar, Molina, siguen doscientas firmas.